La norma ISO 55001:2014 define la gestión de activos como las acciones coordinadas que lleva a cabo una organización para obtener valor de los activos, y la norma ISO 55000:2014 declara que el valor (que puede ser tangible o intangible, financiero o no-financiero) será determinado por la organización y por sus partes interesadas, de acuerdo con los objetivos de la organización, de manera que la norma considera que el valor es subjetivo, que está determinado por la propia organización y sus grupos de interés y que no está limitado a ningún tipo específico de valor.
Puesto que el valor es subjetivo, su especificación también puede variar, incluso dentro de una misma organización, veamos algunos ejemplos tomados de ISO 55002:2018 Gestión de Activos - Sistemas de Gestión - Directrices para la aplicación de ISO 55001 - Anexo A (informativo) Consideración de valor" en gestión de activos:
- Potenciales inversores o prestamistas, directores financieros, contables y auditores estarán enfocados en el valor contable de la organización, en su exposición al riesgo y en el retorno de la inversión.
- Algunas partes interesadas estarán enfocadas en el valor de los activos y en la valoración financiera de su deterioro, por motivos fiscales.
- Los accionistas estarán enfocados en el retorno de su inversión, en la determinación de su valor y en su generación de valor.
- Los clientes estarán enfocados en la relación calidad-precio de los productos o servicios que ofrecen.
- Los prestadores de servicios públicos estarán enfocados en el valor percibido por la comunidad y por su relación con el coste del servicio.
- Los reguladores estarán enfocados en el cumplimiento legal y normativo.
Como el valor no se asigna al activo en sí mismos, sino al que el activo es capaz de proporcionar a la organización para determinarlo lo mejor posible se consideran los objetivos de gestión de activos, alineados con los objetivos de la organización, planteados a lo largo de todo su ciclo de vida y en el establecimiento de procesos de toma de decisiones.
Es importante insistir en que el valor derivado de los activos puede cambiar a lo largo de las fases de sus ciclos de vida, así, durante las fases de inversión o adquisición los activos sólo incurren en costes para la organización, pero aún así tienen un valor potencial que generará en cuanto entre en la fase de operación; algunos activos pueden tener un tiempo de retardo antes de comenzar a generar valor, y cuanto mayor es el tiempo de retardo mayor será el valor que generan; durante las fases de operación y de mantenimiento se pueden producir un nivel de costes tan elevado que hagan despreciables los costes de adquisición; y durante la fase de eliminación la obsolescencia funcional debida a los cambios tecnológicos, a los cambios en los objetivos de la organización o a los cambios en las preferencias de los clientes pueden dar como resultado que el valor de los activos se reduzca drásticamente.
Para apoyar el concepto de valor se encuentran disponibles algunas normas internacionales, como la IEC 60300-3-3:2017 Gestión de la confiabilidad - Parte 3.3: Guía de aplicación - Cálculo del coste de ciclo de vida, que establece una introducción general al concepto de coste de ciclo de vida y cubre todas las aplicaciones. incluyendo las fases de concepto o definición, diseño o desarrollo, fabricación, instalación, operación, mantenimiento y eliminación.
En relación con los riesgos y oportunidades, la norma ISO 31000:2018 Gestión de riesgos - Directrices, proporciona un marco y un proceso para la gestión de riesgos. La norma ayuda a las organizaciones a aumentar la probabilidad de alcanzar sus objetivos, a mejorar la identificación de oportunidades y de amenazas y a asignar y utilizar, de forma efectiva, los recursos necesarios para el tratamiento de los riesgos basado en un proceso de evaluación.
Finalmente, en relación con el rendimiento de los activos, la norma ISO 14224:2016 Industrias del petroleo, petroquímica y gas natural - Recolección e intercambio de datos de confiabilidad y mantenimiento de equipos - Anexo E (informativo) Indicadores de rendimiento claves (KPIs) y benchmarking proporciona una metodología para crear indicadores y comparaciones, o benchmarking, alineados con los objetivos de la organización.
Crear un Sistema de Gestión de Activos que equilibre estos tres parámetros para definir el valor para una organización y para sus partes interesadas, así como sus cambios a lo largo de sus ciclos de vida para adaptarse a las condiciones reales de operación es un reto a superar para establecer un buen proceso de toma de decisiones.