Tuesday, 18 February 2020

Un nuevo enfoque de RCM



 Este artículo no trata de presentar una nueva metodología RCM, ya las hay muy bien diseñadas y bien conocidas, sino que trata de aportar un enfoque multidisciplinar al análisis que, en lugar de circunscribirlo a la norma ISO 55001 Gestión de Activos, convierta a esta herramienta en un proceso fundamental para la toma de decisiones relacionadas con la gestión de la seguridad, de la protección del medioambiente o del cumplimiento de regulaciones sectoriales.

 Si hacemos un repaso rápido a un procedimiento RCM, tal y como indica la norma SAE JA1011, después de realizar la taxonomía de un activo debemos definir, para cada uno de sus componentes los siguientes conceptos: 1. Contexto Operacional y Funciones, 2. Fallos Funcionales, 3. Modos de Fallo y 4. Efectos de los Fallos, indicándose en estos efectos si existen riesgos a la seguridad e higiene de las personas, al medioambiente, de incumplimiento normativo, riesgos para las operaciones o si no se aprecia ningún riesgo importante.



  Es en el paso 5. Consecuencias de los Fallos en el que categorizamos estos fallos, para lo que debemos contar con la colaboración activa de los departamentos afectados. En este paso se deben definir y valorar con exactitud, en unidades monetarias, las consecuencias de estos fallos, contando con los departamentos de operaciones/producción, seguridad (ISO 45001, OHSAS), medioambiente (ISO 14001), calidad (ISO 9001, IATF 16949, IRIS), de aseguramiento de requisitos normativos (ISO 22000, NSF, ISO 27001, ISO 19600) e incluso de eficiencia energética (ISO 50001) y de gestión comercial (ISO 10001).

 La intervención de estos departamentos se puede observar mejor sobre el siguiente árbol de decisión (tomado de SAE JA1012):






 De manera que analicen en conjunto las opciones indicadas en cada columna, evaluando con el Departamento Financiero y con Continuidad de Negocio las diferentes opciones para escoger las más costo-efectivas de entre las políticas de gestión de fallos, ya sean 6. Tareas Programadas o 7. Acciones de Una Sola Vez.

 En los casos en los que se requiera o se escoja la opción de Rediseño se propone contar con la colaboración de Operaciones / Producción, Ingeniería e incluso RRHH para plantear proyectos de Diseño para la Fiabilidad, Diseño para la Mantenibilidad, Mitigación de Consecuencias, Cambios en los Estándares de Operación, Planes de Mejora de Cualificación o, incluso, la sustitución del equipo.

 En los casos en los que se opte por una estrategia de mantenimiento correctivo, se propone asegurar que se disponen de las correspondientes Órdenes de Trabajo que incluyan las condiciones de operación, las necesidades de personal y su cualificación, los recambios y las herramientas especiales necesarias y una estimación del tiempo de reparación.

 Tengamos en cuenta que el análisis RCM está vivo, es decir, que se debe actualizar con los nuevos datos que se van obteniendo a lo largo de la vida de la instalación, que debe tener en cuenta el contexto de utilización, la evolución del mercado, el envejecimiento de los equipos y los cambios en las expectativas de su rendimiento; y, por último, se debe tener en cuenta la evolución tecnológica de las posibles soluciones.

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