La norma ISO 55000:2014 Gestión de activos - Aspectos generales, principios y terminología considera que la gestión de activos está basada en un conjunto de fundamentos, uno de los cuales es el Alineamiento, esto significa que la gestión de activos traslada los objetivos de la organización en decisiones técnicas y financieras, planes y actividades.
Las decisiones de gestión de activos, como las técnicas, financieras y operacionales, permiten de forma colectiva el cumplimiento de los objetivos de la organización. Esto incluye:
- La implantación de procesos y actividades de planificación y toma de decisiones basados en riesgo e informados que transformen los objetivos de la organización en planes de gestión de activos.
- La integración de los procesos de gestión de activos con los procesos de gestión funcional de la organización, como son las finanzas, los recursos humanos, los sistemas de información, la logística y las operaciones.
- Las especificaciones, diseño e implantación de un sistema de soporte a la gestión de activos.
El desarrollo de benchmarking y de indicadores de rendimiento (KPIs) es una herramienta excelente para asegurar el Alineamiento.
La norma ISO 14224:2016 Industrias del petróleo, petroquímica y gas natural - Recolección e intercambio de datos de confiabilidad y mantenimiento de equipos - Anexo E (informativo) Indicadores de rendimiento claves (KPIs) y benchmarking propone el siguiente proceso para la utilización de indicadores y benchmarking:
- Referencias de rendimiento, para determinar el rendimiento de la organización en áreas clave, estas referencias pueden utilizarse para realizar comparaciones, normalmente externas, con otras organizaciones de los mismos sectores o similares, o con organizaciones de diferentes sectores que disponen de procesos de negocio similares.
- Identificar áreas de mejora, estas áreas no son necesariamente aquellas en las que el rendimiento es bajo en comparación con otras de referencia, ya que estas de bajo rendimiento podrían no coincidir con las que son críticas para los objetivos del negocio.
- Desarrollar indicadores para la mejora, cada una debe tener un objetivo de nivel de rendimiento, el objetivo debe ser específico, medible, alcanzable, realista y con un plazo determinado. La frecuencia a la que se miden los indicadores se determina mediante una expectativa realista de la cantidad de tiempo necesaria para que una acción correctiva tenga impacto en el nivel de rendimiento.
- Medir indicadores, es necesario comparar los resultados con los objetivos e identificar las causas de cualquier desviación.
- llevar a cabo acciones correctivas, las causas de las desviaciones deben ser identificadas y se deben realizar las acciones correctivas, y todo el proceso debe repetirse de forma sucesiva.
Los indicadores están alineados con los objetivos de la organización para los activos y las mejoras se identifican y se implantan de manera que se alcancen los objetivos planificados por la organización.
Las referencias ayudan a determinar los puntos de referencia y los estándares a partir de los cuales puede medirse el alto rendimiento. El proceso de comparación, o benchmarking, puede dividirse en tres etapas:
- Evaluación y medida de su propia operación o proceso específico para identificar debilidades y fortalezas mediante un histórico de datos.
- Iniciar un estudio de benchmarking y documentar los procesos con respecto a grupos de referencia que son más productivos o más eficientes que los suyos.
- Identificar buenas prácticas e implementarlas.
Dos factores diferenciadores de grupos de referencia que se han encontrado en estudios relacionados con la gestión de activos son:
- Familias de procesos, por motivos de tipos de equipamientos, severidad de los procesos y complejidad de las operaciones y del mantenimiento.
- Región geográfica, por motivos de regulaciones laborales, prácticas de contratación, normativa de seguridad y protección del medio-ambiente, condiciones climatológicas, cultura empresarial y nivel de industrialización de la región.