Hace unos días recibí en mi oficina un ejemplar de un nuevo
libro de divulgación sobre química, como es un tema que nunca he dominado,
aunque resulta fundamental para un ingeniero,
me apresuré a leerlo y me encontré un libro ameno e interesante, de lectura
fácil, para todos los que quieran refrescar sus conocimientos sobre esta
materia.
Conocí al autor hace 18 años, cuando coincidimos en una
empresa del sector energético, aunque sus funciones estaban totalmente
relacionadas con la gestión y no con la materia de sus libros (es el segundo que publica), esto ha hecho que
este excelente libro me haya sorprendido aún más.
En él se parte de como Mendeléyev, al que el autor considera
el auténtico padre de la química, dedujo la Tabla Periódica de Elementos
Químicos para contarnos ladrillo a ladrillo como se descubrieron los
principales elementos químicos, que propiedades tienen y como encajan con toda
lógica en la tabla que, según la leyenda, su creador imaginó mientras realizaba
un solitario de cartas, para construir el universo.
Así, el autor nos hablará de los elementos que producen la
vida y de los que pueden quitarla, de los relacionados con el aire, el fuego y
la tierra, que junto con el agua eran los elementos con los que jugaba la alquimia. Se incluyen los
elementos que tienen propiedades sorprendentes por ser luminosos o por ser radiactivos;
de los más preciosos, de los más nobles y de los más guerreros; del que resulta
necesario para la formación del universo y de los que son propios del infierno. De los
elementos raros, de los necesarios para la técnica y de los que serán los
elementos del futuro, sin olvidarse de los elementos sueltos.
Para los que le hayan cogido el gusanillo y quieran profundizar más, el autor finaliza con
una selección de libros de divulgación sobre química, que les permitirán profundizar más en este refresco de conocimientos.
El Secreto de Prometeo y otras Historias sobre la Tabla
Periódica de los Elementos, de Alejandro Navarro Yáñez, es mi recomendación para relajarnos este verano.